Miguel Ángel

Parte 3. «El Rebelde Miguel Ángel ¿Cómo se vuelve un artista?»

Con Miguel Ángel en Roma, quizás dando los últimos toques a su primera gran obra maestra, la “Pietá” (o en español «Piedad del Vaticano»), y con su padre Lodovico en Florencia, se comienza a visualizar el temperamento explosivo, probablemente heredado de su mismo progenitor. Lodovico irritado ante el hecho de tener cinco hijos, y no recibir ayuda de ninguno, escribía a Miguel Ángel con la esperanza de obtener ayuda monetaria (es probable que si la diese, pero se deduce que no fue suficiente, Lodovico ya era viudo de Lucrezia, su segunda esposa, hace tres años y con su ociosidad no era alguien pujante en lo económico).

Sus otros cuatro hermanos seguían siendo mantenidos por Lodovico, recurriendo así al chantaje emocional, aludiendo el sacrificio por todos sus hijos y su abnegada entrega por toda su vida hacia ellos. De todas formas, es real que trató de brindar la mejor educación posible, mencionaré algunos aspectos sobre esto.

A su hijo Lionardo (el mayor de los cinco), con la esperanza de convertirlo en un cambista, lo pone bajo tutela del maestro del ábaco más distinguido de la ciudad, Raffaello di Giovanni Canacci, autor de un tratado de álgebra, lo que era una rareza en la época de la Baja Edad Media. El ábaco se consideraba una buena herramienta para aquellos muchachos que se iban a dedicar a los negocios, área común para las personas de clase media. Pero toda esta idea salió mal, ya que Raffaello se denunció a sí mismo el 8 de abril de 1483, por haber sodomizado a cinco muchachos (la práctica de la autoinculpación era habitual, debido a que por medio de ello podían evitar castigos graves) y el 10 de abril Lodovico lo acusó de haber sodomizado a Lionardo en su escuela, a lo que Raffaello admite culpabilidad, siendo condenado a una multa de 20 florines y un año de cárcel (lo último condonado por haber confesado, y una pena muy benévola por lo demás, dado que la pena real por sodomía era la hoguera).

Los efectos de esta experiencia sobre el Lionardo de tan solo 10 años, debieron ser devastadores. De los documentos familiares desaparece a partir de ese momento, y se retoma su pista ya convertido en un fraile dominico en su adultez. 1497 viaja a Roma, al estudio de Miguel Ángel, tras ser expulsado del convento de monjes de Viterbo, donde hubo una pequeña guerra civil. Perdido el hábito y sin dinero, es salvado por su hermano, que le da un ducado para el viaje de regreso a Florencia, cantidad no tan generosa, pero en honor a la verdad, Miguel Ángel no tenía interés ni afecto por él, y nadie de la familia tampoco lo mencionaría nuevamente.

Miguel Ángel como segundo de sus hijos, quizás debió mostrar cierto grado de inteligencia, por lo que Lodovico decide enviarlo a aprender gramática (latín). La Florencia renacentista era una población muy culta, sabemos que en una fecha tan temprana como 1427, el nivel de alfabetización de varones era de casi un 70% (algo solo comparable con la época moderna), aunque los florentinos seguían en ciertos grupos prefiriendo los conocimientos “prácticos”, solo unos pocos, fundamentalmente de la élite, aprendían latín, en pro de prepararlos para una carrera como leyes, la diplomacia o la carrera eclesiástica.

Miguel Ángel comienza estas clases en el año 1485, a los 10 años, con el maestro Francesco da Urbino, autor de un libro de gramática latina. Todo este intento de instrucción fue malogrado por el propio Miguel Ángel, ya que su naturaleza lo obliga a regresar a la pintura, quizás un talento innato por esta, que le fue abriendo paso contra viento y marea, abandonando la instrucción en latín.

En alguna calle de la ciudad, Miguel Ángel conoce a un joven mayor que él, llamado Francesco Granacci, que estaba en formación como artista y vivía a pocas casas de los Buonarroti. Tenía unos cinco años más que Miguel Ángel, un rango de edad que quizás ya era alguien digno de seguir para el joven Miguel Ángel, considerando además que Granacci tenía un par de logros en el área para admirar.

Se teoriza que Granacci posó para uno de los frescos más célebres de la ciudad: “La Resurrección del hijo de Teófilo”, como el joven desnudo (algo inhabitual en una pintura religiosa), resucitado por San Pedro de entre los muertos. Este se encuentra en la capilla de Brancacci de la iglesia de Santa María del Carmine. La pintura es iniciada a principios del Renacimiento por el célebre pintor florentino Masaccio (1401-1428), pero completada por Filipino Lippi, primer maestro de Granacci.

«La Resurrección del hijo de Teófilo»

Luego de ser discípulo del pintor Filipino Lippi (primer maestro), Granacci ingresa a un nuevo taller, del pintor “Domenico Ghirlandaio”.  Granacci al ver la motivación del joven Miguel Ángel, decide hacerlo copiar unos dibujos, los que presenta a Ghirlandaio posteriormente, afianzando así el ingreso al mundo del arte al joven Buonarroti y generando la consternación (hasta frustración podríamos decir) en la familia Buonarroti.

Para entender la consternación familiar por la decisión de Miguel Ángel, hay que entender que si bien todos los textos importantes estaban en lengua vernácula (italiano para la actualidad), el latín te adentraba en un mundo de élite cultural y política, de hecho el mismo Miguel Ángel en una época posterior de su vida, entraría efectivamente en este círculo y sentiría el peso de la falencia del idioma.

Para su padre y su tío Francesco, era una vergüenza que alguien de su familia se dedicase al arte, viendo probablemente un descenso en la escala social al tomar dicha labor como profesión, no valorada por todos los individuos de la sociedad.

En cuanto a Domenico Ghirlandaio, hay relatos dispares entre los biógrafos de Miguel Ángel, acerca de si fue realmente discípulo del artista o no. Hay documentos que avalan un contrato de Ghirlandaio con Lodovico, por la enseñanza y tutela del joven Miguel por un periodo de 3 años, y además en estudios posteriores muchas técnicas empleadas en frescos o pinturas sobre madera, es ineludible la influencia de Ghirlandaio. No queda claro entonces el motivo de negar a este maestro que tuvo Miguel Ángel ya en más avanzada edad, quizás no ve en él la fuente de inspiración real en su vida o hubo muchos conflictos entre ambos posteriormente (algunos teorizan que Ghirlandaio no veía de buena manera el rápido ascenso Miguel Ángel).

En 1487, Ghirlandaio era un hombre de unos 38 años, vigoroso, hijo de Tommaso Bigordi quien era curtidor y comerciante de seda al por menor, además de fabricante de adornos para el pelo, llamados “grillandaio”, de donde surge el apodo de su hijo: Ghirlandaio (era una especie de guirnalda). La familia Bigordi era de fortuna comparable a la de los Buonarroti, pero no podían ocupar cargos públicos, lo que cambiaría en unos años con el hijo de Ghirlandaio. Con el talento de Ghirlandaio como pintor, la fama y la riqueza llegan rápidamente, con obras tan famosas como el Retablo del Hospital de los Inocentes (pago por esta obra que recoge el mismo Miguel Ángel) y la capilla Sassetti. Pero una de sus más grandes obras, llegara en 1485, cuando firma junto a su hermano (Davide) un contrato para un financiero patricio llamado Giovanni Tornabuoni para pintar la capilla principal de Santa María Novella (el espacio más importante de una de las iglesias más importantes de Florencia), era un proyecto de tales dimensiones que no resulta raro que contratara ayudantes, entre ellos probablemente a Miguel Ángel.

«Domenico Ghirlandaio»

De temprana edad Miguel Ángel antepone el dibujo por sobre la escultura, jugando con ideas sobre el papel y generando posibles soluciones a ellas, mismo estilo que el de Leonardo Da Vinci (solo por mera coincidencia).

El “papel” comienza a abundar en términos literales y metafóricos. En lo metafórico, referencia al estudio de la escultura antigua y entre otros aspectos históricos, con un apogeo de dicha literatura, siendo uno de los principales factores que condujo al Renacimiento incluso. Permitió a los artistas pensar y trabajar de formas distintas, un cambio tan grande, comparable a la aparición del internet en la modernidad. Y en cuanto a lo literal, fue que efectivamente había más “papel”, ahora no es que en el siglo XV el papel fuese un material nuevo, ya que había sido descubierto en China hace más de un milenio, la reciente disponibilidad del papel fue un efecto colateral gracias a Johannes Gutenberg, quien crea la prensa de imprenta con tipos móviles, en Maguncia.

Gutenberg en 1450 abre una imprenta comercial, que tan solo diez años después genera la apertura de varias imprentas por toda Italia, logrando así un aumento de la demanda del papel, y así también el auge de la industria papelera, que hasta ese momento lo que había como alternativa al papel era en excesivo caro (la “vitela”, la piel de ternera, oveja o cabra, trabajada para su uso).

JOHANNES GUTENBERG

Aunque este auge del papel no significaba que fuese un recurso en abundancia, ya que no dejaba de ser caro, y es por eso que la reutilización del mismo se explica. Esto visto en que en un mismo papel, puede haber un dibujo o boceto de una persona, junto con un boceto arquitectónico y al lado la lista de alimentos a comprar, y siempre también dibujado por ambos lados del papel.

Otro invento que aparece en esta época fueron los grabados, considerado como una de las bellas artes, fue desarrollado en la década de 1460 por artistas como el anónimo E. S. y Martin Schongauer, de Colmar, arte que se fue difundiendo rápidamente entre los artistas locales. La importancia que genera en Miguel Ángel es para destacarla, ya que toma grabados de Schongauer y los reconstruye a color (estudio previo muy complejo que hacía, ya que, para unas escamas de pez, iba y miraba las escamas reales buscando la inspiración para generar el color lo más natural posible), para algunos superando al original, esto solo nos refleja el talento innato desde su juventud que mostraba el insigne artista.

2 Comentarios

  • Andrea

    Me gustaría complementar que el dibujo durante el Renacimiento era diferente al dibujo de hoy en día. En la actualidad se enfatiza el uso de la línea en el dibujo, que es el llamado dibujo de contorno. Pero, durante el renacimiento lo que se enfatizaba era el vínculo entre el dibujo y la pintura.

    • Sergio Torres

      Excelente acotación Andrea, genial pensar en estos inicios de Miguel Ángel, y como a partir de este tipo de dibujo que tu bien nos explicas, se pule durante un tiempo para ir avanzando como el afamado escultor que pronto será.
      Un Abrazo!

Dejar una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *