Carlos I (1516-1556): «El César español y un imperio sin igual».
Francia e Inglaterra estaban empezando a superar los estragos causados por la guerra de los 100 años, que enfrentó a las casas de York y Lancaster. En Italia comenzaba un movimiento cultural sin igual, el Renacimiento, del cual surgen genios como Leonardo Da Vinci, Botticelli, Miguel Ángel, entre otros. Mientras tanto España gracias a los reyes católicos, se posiciona entre las principales potencias europeas. Esto hace que muchos monarcas de otros países quieran fortalecer sus lazos con España, teniendo como pretensión el emparejamiento de sus vástagos con los de los reyes católicos. España con un enfoque expansionista, inicia su conquista en el nuevo mundo, junto a otras campañas. En 1496 mientras Alonso Fernández de Lugo, conquista la isla de Tenerife, Gonzalo Fernández de Córdova (El Gran Capitán) expulsa a los franceses del norte de Italia. Pedro navarro, por su parte, conquista el norte de África, apoderándose de Trípoli, y comienza el lado oscuro de España, la Inquisición.
Dentro de la pretensión de uniones estratégicas, es como Juana de Castilla (La Loca), llega a esposarse con Felipe de Austria, duque de Borgoña (El Hermoso). De esta unión nace el “César” de los tiempos modernos, Carlos I de España y V de Alemania
Carlos nace un 25 de febrero del año 1500, en un baile de recepción en el Palacio de Prinsenhof (casa del príncipe de Gante), en Flandes. Es educado bajo las costumbres flamencas, sus preceptores don Guillermo de Croy, y posteriormente Adriano de Utrecht, el que sería obispo de Tortosa y futuro papa Adriano VI.
En el 1506, ante la muerte repentina de su padre, Felipe El Hermoso, su madre cae presa de la locura. Carlos con solo 6 años, se postula como heredero de Castilla por su madre, por su abuelo materno de Aragón, pero también de Austria y Borgoña (por herencia de su abuelo paterno, el emperador Maximiliano). A los 15 años es mayor de edad, y declarado duque de Borgoña.
Desde temprana edad muestra gran capacidad intelectual y buena disposición para las tareas de estado. Aunque nunca le interesa realmente los estudios, esto se ve en que su lengua es el francés, y nunca llega a dominar completamente el español (“hablo español con Dios, italiano con las mujeres, francés con los hombres y alemán con mi caballo”, se cita de sus palabras). Prefiere las artes de caballería, las armas y la caza.
Su modelo de gobierno es el “viaje”, se mueve entre Países Bajos, España, Italia, Alemania, África (para la conquista de Túnez en 1535), siempre seleccionando el lugar con más problemas a resolver (un rey “itinerante”). Lo que es cierto, es que España será al cual le dará más importancia, y será su gran base como gobierno, sobretodo Castilla, con su riqueza y recursos provenientes de las indias hacen que el emperador sea más poderoso que sus antecesores (como su abuelo Maximiliano), tenía más dinero.
En el año 1518, las cortes de Valladolid designan a Carlos, rey de Castilla. Siendo el primer monarca de la casa de Austria, una dinastía que perdurará hasta 1700 con la llegada de los borbones. Para para poder ser proclamado rey se le impusieron condiciones, tales como, aprender a hablar castellano, se le prohibió en sus nombramientos elegir extranjeros, se le prohibió la salida desde España de metales preciosos provenientes de América, y debía tener un mejor trato con su madre recluida. Carlos acepta las imposiciones de los nobles castellanos, aunque no de buen ánimo.
Tras tomar posesión de la corona, vuelve a Flandes, para regresar a Castilla un año después. Carlos es el rey que unifica oficialmente por primera vez, las coronas de Castilla y Aragón, ya que los reyes católicos eran considerados consortes cada uno en el reino del otro.
El comienzo del reinado de Carlos fue difícil, los castellanos no aceptaban al nuevo regente (Adriano de Utrecht) y tampoco la corte de nobles flamencos. Era un ambiente proclive a la revolución, lo cual ocurre en 1520, con la sublevación conocida como la “Guerra de las Comunidades”.
El 29 de julio de 1520, se forma la santa junta del reino, constituida por los representantes de las ciudades castellanas descontentas con la situación política. El jefe del ejército comunero, es Juan Padilla, un noble toledano. La santa junta se traslada a Tordesillas, para hablar con Juana, pero luego de hablar con ella y comprobar su deteriorado estado mental, comprender que no pueden contar del todo con ella. La revuelta comunera, es una revuelta de la nobleza, que al ver el avance de un poder absolutista por parte del rey ven perder sus privilegios históricos. Medina del Campo, ciudad afín a la causa comunera sufre un terrible incendio a causa de tropas reales, lo cual causa que algunas ciudades indecisas como Valladolid se decante por el bando comunero.
El 31 de octubre del mismo año, el regente, Adriano de Utrecht, declara la guerra a los comuneros, las tropas realistas tomaron Tordesillas y la junta escapa a Valladolid. Juan de Padilla debe regresa a Toledo. En febrero de 1521, las tropas comuneras reorganizadas iniciaron el asalto a la plaza de Torrelobatón, que caería el 25 de febrero. Uno de los episodios atroces de esta guerra fue cuando las tropas del rey, asaltan la Villa de Mora, en Toledo, incendiando la iglesia donde se habían refugiado ancianos, mujeres y niños.
El 23 de abril, las tropas comuneras, salieron de Torrelobatón, en dirección a Toro, pero las tropas del rey los alcanza en Villa Lara, donde fueron vencidos y dispersados. En esta batalla fueron tomados prisioneros los máximos responsables de la revuelta, Juan Padilla, Juan Bravo y Francisco Maldonado. Al día siguiente son ejecutados.
Tras la derrota, una parte del ejercito comunero cruza la frontera con Portugal, otra se dirige a Toledo, donde refuerza la resistencia de la ciudad por algunos pocos meses más.
Este no es el único levantamiento al que debe hacer frente Carlos. En los territorios de Levante, se produce el “Movimiento de las Germanías”. Para contextualizar, desde Fernando El Católico, los artesanos de Valencia, poseen el privilegio de formar milicias para protegerse de los piratas berberiscos. En 1520, a causa de una epidemia de peste, la nobleza abandona la ciudad, haciendo que las milicias tomen el poder, mediante la formación de la “Junta de los Trece”, que representa a todos los gremios de la ciudad. El movimiento se hace tan grande, que se convierte en una guerra oficial, entre las milicias y las tropas reales. Pero las discrepancias ideológicas de los lideres, quebranta la unidad que tenían en un principio, lo que conduce a sucesivas derrotas en las siguientes campañas. Tras la definitiva derrota, de los agermanados, se nombra virrey de Valencia a Germana de Foix, segunda esposa de Fernando el Católico, y ahora casada con el duque de Calabria, que gobernara hasta 1538 con mano férrea, con la llegada de su propia muerte.
Carlos era muy joven cuando se producen ambos movimientos, estaba iniciando la segunda década de su vida. Toda esta instancia le sirve para aprender, logra entender a las comunidades, a los nobles, y como gobernar, ya que se puede apreciar que sus castigos contra los revolucionarios no fueron excesivos, solo fue un castigo más severo a los líderes. Luego iniciaría la vía del pacto, entiende que el “acuerdo” es la mejor manera de gobernar.
En 1519, fallece el emperador Maximiliano I, y Carlos es nombrado rey de los «romanos», como Carlos V, en competencia directa con el rey de Francia, Francisco I. La campaña de esta elección fue financiada con el dinero de Castilla y con el de la familia de banqueros alemanes, Fugger. Carlos V, viaja a Alemania para ser coronado, donde estaría hasta 1522, año en que regresa a España. La intención con este título es que el reine por sobre todos los reyes cristianos, algo a lo cual se opone el papa y el rey de Francia, lo cual supondría una lucha constante entre ambas ideologías.
Aprovechando la ausencia del rey, los navarros al mando de Enrique II y en alianza con Francia, al mando de Francisco I, inician una contraofensiva para recuperar su reino, lo cual logra en poco tiempo. Pero la reorganización del ejército del rey y algunos errores estratégicos, lograría Carlos V, recuperar rápidamente el territorio, así y todo, quedaron algunos focos de resistencia, pero mediante una amplia amnistía y la renuncia a la Baja Navarra por parte del rey, fueron sofocados.
El apoyo de Francisco I a Enrique II, no es casual, se convierte en su enemigo desde que Carlos le arrebata la corona imperial, y le exigiera reiteradamente la devolución de Borgoña. A lo largo de su vida, Carlos V, entablará 4 campañas contra el rey francés.
- 1521: Francia se adueña del Milanesado, y apoya a Enrique de Navarra en su intento de recuperar el reino. Pero Francisco I es derrotado y apresado junto al rey navarro, en la “Batalla de Pavia”. El rey francés es llevado a Madrid, donde acusa haber firmado un tratado de paz bajo amenazas, en el que renuncia al Milanesado, se compromete a no apoyar a Navarra y entrega Borgoña a Carlos V.
- 1526-1529 (segunda campaña): las tropas de Carlos V asaltan y saquean la ciudad de Roma. Obligando al papa Clemente VII a dejar el Vaticano, y a refugiarse en el Castillo de Sant`Angelo. Mediante la Paz de Cambrai, Carlos V renuncia a Borgoña, a cambio de que Francisco I haga lo propio con los territorios italianos, junto con Flandes, Lens y el Artois. Como demostración del vasallaje al que el papa debía estar sometido ante Carlos, es coronado emperador, por el propio papa en Bolonia en 1530.
- Tercera campaña: corresponda a la invasión por parte francesa del ducado de Saboya, aliado de España provoca la tercera guerra, que acaba en 1538 con la firma de la Tregua de Niza.
- Cuarta campaña: 1542-1544, ambos bandos demuestran señales de agotamiento, firmando finalmente la Paz de Crépy. Por la que Francia recupera territorios como Berdún y algunos al sur de Flandes, y renuncia en contraparte a los situados en Italia y en los Países Bajos.
En 1526 en plena campaña militar contra Francia, Carlos V contrae matrimonio con Isabel de Portugal, en Sevilla. Hermana de Juan III de Portugal y prima hermana suya. Fruto de este matrimonio nacen cinco hijos (tres alcanzarán la edad adulta): Felipe (futuro rey de España bajo el nombre de Felipe II, María de Habsburgo y Juana, otros dos fallecerán jóvenes (Fernando y Juan). Por relaciones extraconyugales tuvo 5 hijos bastardos.
Con su coronación como emperador del sacro imperio, Carlos siente la necesidad de resolver los problemas cada vez más preocupantes que el luteranismo estaba creando en Europa. Esta además de poner en riesgo la unidad de la iglesia romana, contaba con el apoyo del cada vez más pujante imperio turco. En el año 1530 Carlos convocó la Dieta de Augsburgo, en la que los partidarios de ambas facciones cristianas, luteranos y católicos, para presentar la famosa “Confesión de Augsburgo”, documento central del luteranismo, una obra que constituye la primera exposición oficial de los principios del luteranismo redactados ese mismo año (1530), por Philipp Melanchthon. le exponen a Carlos el documento, pero en contra de la doctrina luterana, confirma y recuerda, el “Edicto de Worms”, proclamado por él mismo años antes (25 de mayo, 1521), donde luego de la “Dieta de Worms” (el concepto dieta en Alemania, equivale al parlamento), asamblea en la cual Martín Lutero expone sus 95 tesis, en las que criticaba las prácticas y costumbres de la iglesia católica, se le termina declarando prófugo y hereje, con la posterior excomunión de él y de sus seguidores luteranos. Carlos había garantizado a Lutero que no sería tomado preso, o puesto bajo algún castigo si iba a exponer sus tesis, hecho del cual se arrepiente.
Los luteranos en respuesta a Carlos V, formaron la Liga de Esmalcalda (liga de príncipes y ciudades protestantes). El papa Pablo III, convocó el concilio ecuménico de Trento, con el fin de tratar de resolver el problema, un concilio que ni Carlos ni el papa, verían concluir.
Para España el Concilio de Trento viene a acentuar el proceso de reforma iniciado por Fernando e Isabel (los católicos). Era necesario, en contexto de una cristiandad desunida, y desorientada en cuanto a los papeles o funciones, rota por culpa del papado, el clero, pensadores. Se había descompuesto todo y era necesario un orden, por lo cual se marca un hito en cuanto a que el emperador apoyara al papa en asuntos de la cristiandad. Duraría hasta el año 1563, y puede hablarse como una refundación del catolicismo.
Los protestantes se niegan a reconocer el Concilio de Trento, por lo que el emperador declara la guerra, con tres ejércitos. El primero armado por el papa (bajo el mando de Octavio Farnesio), otro ejército Austriaco, al mando de Fernando de Austria, hermano del emperador, y el tercer ejército proveniente de Países Bajos. Consigue una contundente victoria en la Batalla de Mulhberg en 1547.
Derrotados ya, los príncipes alemanes de la Liga de Esmalcalda, se retira, y se subordinan al emperador. Pese a la victoria, Carlos, no logra la unión entre católicos y protestantes, es por lo cual, años más tarde, se ve obligado a suscribir la Paz de Ausburgo. Bajo lo cual se reconoce el derecho de los alemanes a elegir libremente su opción religiosa.
Tantas guerras e intrigas políticas, terminan por agotar a Carlos V, y entra en un periodo reflexivo de su vida. En suma, las personalidades que marcaron su vida, fallecieron, tales como, Enrique VIII de Inglaterra, Francisco I de Francia, Martín Lutero y el papa Pablo III.
Si bien fue un rey y emperador con muchos logros, pero también muchos fracasos. Entre los fracasos más destacables, están, por ejemplo, el no poder impedir el florecimiento de la iglesia luterana, no poder formar un imperio universal y no conseguir recuperar Borgoña. Esto lo lleva al hecho final, de la Abdicación de Bruselas, con lo cual deja el gobierno del imperio a su hermano Fernando y el de España e Indias, a su hijo Felipe, en su testamento además reconoce a Juan de Austria como hijo suyo, ya que este era fruto de una relación una dama de los Países Bajos, llamada Bárbara Blomberg. Carlos, regresa a España, retirándose a un palacio antiguo aledaño al Monasterio de Yuste, de la orden de los Jerónimos, donde fallece año y medio después, el 21 de septiembre de 1558.
La España que Carlos deja a Felipe II, es una nación poderosa, con muchos recursos. En ese momento es la nación que todos quieren ser, pero también a la que todos quieren derribar.