Primer viaje a Europa: «España… de la ignorancia a la Ilustración»
Simón Bolívar con algún grado de instrucción militar a su haber, y con la idea de instruirlo mejor (aunque siempre con fines gananciales) su tío Carlos Palacios (tutor legal) decide enviarlo a España, a la edad de 15 años, para continuar sus estudios, bajo el cuidado de parte de la familia Palacios que se encuentra en el Viejo Continente, pero nunca esperar que el joven ya con una pequeña llama rebelde en su corazón, encontraría la inspiración para hacer historia en el mundo…
Todo comienza el 19 de enero 1799, cuando Simón aborda el San Ildefonso, rumbo a Madrid. Un viaje largo, pero que se hace amena al conocer a Esteban Escobar, de 13 años, que iba a España por una beca en el colegio militar de Segovia.
El San Ildefonso, era un buque de guerra, construido en Cartagena, original de una flotilla de 6 similares, enfrentaría un triste destino en 5 años más en la Batalla de Trafalgar. Tenía 74 cañones, y capacidad para 600 personas. El transportarse en un barco de guerra, era una acción temerosa, ya que, en situaciones anteriores en la misma ruta, se habían topado con los ingleses, terminando en la batalla del Cabo San Vicente (una prueba del mal momento económico que se estaba viviendo era precisamente esto, que un barco de guerra terminara transportando «pasajeros y mercancías»). Era además un barco incomodo, de camarotes pequeños, mala comida, y hombres de malos modales (aunque a los niños se les daba ciertos privilegios).
El comandante del barco fue generoso con los jóvenes, quizás entregándole grandes conocimientos de navegación que le servirían a futuro. Aunque no se podía ocultar el nerviosismo, ya que transportaban metales preciosos y en esos momentos los piratas y los ingleses eran una amenaza constante.
Otra amenaza en el mar, era el conflicto de Estados Unidos y Francia. Francia cazaba sin piedad los barcos de Estados Unidos, antiguos aliados durante la revolución norteamericana, unión que mermó la actual revolución francesa y posteriores guerras comerciales. Había un cambio constante de “lealtades”, por lo que era difícil saber si el que se acercaba era amigo o enemigo. Por ejemplo, España hace solo unos pocos años se había aliado a Portugal en contra de Francia, y luego se aliaría con Francia en contra de los ingleses, o Estados Unidos que de tener una revolución en contra de los ingleses, terminarían luego siendo aliados.
El San Ildefonso, llega primero a Veracruz, México, el 2 de febrero de 1799, pero debido a un bloqueo británico no podían continuar hacia Cádiz, permaneciendo atracado por 46 días en Veracruz. Simón solicitaría dinero para poder ir y conocer Ciudad de México. Simón llevaba una carta de presentación del obispo de Caracas (gestionada por el menor de los hermanos Palacios, Pedro), la cual presenta con el oidor, don Guillermo Aguirre (sobrino del obispo de Caracas), quien lleva a Bolívar a la casa del marqués de Uluapa, donde tendría una cómoda estadía de 7 días, donde se mezclaría con la alta sociedad de México, llegando incluso a conocer al poderoso virrey Azanza.
Viviría una vida de ocio en México, se sabe de Simón que era un mujeriego y fiestero (le coqueteaba incluso a sus primas en Caracas). El padre Sojo en Venezuela, fue su padrino musical, le enseñó a bailar, convirtiéndose con sus cuellos de encaje y elegante vestimenta, en un tipo de dandy. En México conocería su primer amor, María Ignacia Rodríguez de Velasco y Osorio, mujer casada de 21 años. Presentada a simón por la marquesa de Uluapa (hermana mayor de ella). Fue un amor efímero de 8 días, pero intenso, “la rubia Rodríguez”, una mujer hermosa de mala fama en cuanto a sus varios amantes, sería la primera mujer que se sabe de Simón como hombre independiente y sin supervisión, no se puede confirmar que haya sido su primer amor.
El 20 de marzo se levanta el bloqueo y parten hacia la siguiente parada, La Habana. Parada solo para abastecer comida para 60 días. Se uniría a un convoy más grande, en dirección norte, pasando por Las Bahamas hacia la bahía de Chesapeake, la idea era bordear la costa de América del Norte, para así evadir las zonas de peligro que pudieran alargar más el viaje. Pero, en definitiva, terminaría prolongándose hasta 72 días. Fueron atrapados por una violenta tormenta al acercarse a Cádiz, se dispersaría la flota, y el San Ildefonso fue lanzado a la costa de Portugal, terminaría llegando al puerto vasco de Santoña, en paupérrimas condiciones, marineros andrajosos, olores rancios, pero lograron escapar de los conflictos bélicos en el mar.
España una gran potencia mundial, que a la postre llevaba 6 años en guerra, y completaría otros 26 años, que define la pérdida de su posición como súper potencia. El rey Carlos IV se había convertido en un rey del cual todos se burlaban, de habilidades escasas, le cede la responsabilidad de su poder a su primer ministro, Manuel de Godoy, amante de su mujer por años. Había llegado con 17 años al palacio, para cumplir el rol de guardaespaldas real. Era bien sabida la atracción de la reina María Luisa por los hombres jóvenes, a pesar de no ser muy agraciada.
Al ser Godoy el amante de la reina, ella le compensaría dicha unión con títulos. Ocultaría su amorío mediante un matrimonio orquestado para Godoy, y en 1792 intervendría ante el rey para que lo nombrara jefe del Estado. Ese mismo año la reina daría a luz a su decimocuarta hija, quien se parecía notoriamente al nuevo jefe del Estado.
El rey pasaba su tiempo en el taller del palacio, mientras Godoy tomó todo el poder. Fue él quien declara la guerra a Inglaterra, determinando el declive económico de España, y fue a él en contra de quien volcó su venganza el pueblo español. Hay que mencionar que los ecos de la muerte en la guillotina de los reyes de Francia aún resonaban en Europa, por lo cual la
reina María Luisa, con el miedo a represalias con respecto al poder que dio en un hombre tan inútil y con tantas derrotas como Godoy, decide nombrar un nuevo primer ministro, a don Francisco Saavedra, quien en el Nuevo Mundo ayuda a los estadounidenses a derrotar a los ingleses en la batalla de Yorktown, en cuanto a su vida íntima pone los ojos en otro hombre, Manuel Mallo, guardaespaldas Caraqueño, amigo y confidente también de Esteban Palacios (el tío que se encargaría del cuidado de Simón). Se visualiza a raíz de este tumulto de intrigas y problemas, como la poderosa España estaba en crisis, las clases altas lo sentían en su economía y el pueblo en el hambre, por lo que no llama la atención lo bien recibido que fue el aristocrático y adinerado joven Bolívar.
Esteban Palacios, había estado en Madrid por 6 años luchando por el título de marqués para el hermano mayor de Simón, luego de gastar muchos recursos no logra mucho, era un hombre poco docto en elementos de política o con la influencia necesaria para ordenar y limpiar un árbol genealógico de sus cuestionamientos. Luego de todos estos fallidos intentos, había pensado en volver a Caracas, pero lo detienen varias cosas. Por una parte, fue nombrado ministro del tribunal de cuentas, conoció a Saavedra el nuevo primer ministro y finalmente Manuel Mallo, su compañero de casa el cual había pasado a ser el amante de la reina. Este último hecho el más importante, ya que Mallo era si bien nacido en Nueva Granada, fue criado en Caracas y parte de los mantuanos, por lo que Esteban vio una oportunidad de aumentar su poder con este nexo. De este último suceso es que surge la idea de traer a Simón y Juan Vicente a Madrid, para que pudieran también aprovechar el buen momento, también se agrega Pedro Palacios, el hermano menor de Esteban, que también va rumbo a Madrid.
Simón llega a Madrid 11 días después de que el San Ildefonso atracara en Santoña. En un principio Simón y Pedro, se alojarían en la vivienda que Esteban compartía con Mallo, pero el hacinamiento se hizo ver pronto, a lo cual se vieron obligados a trasladarse. Los 3 tomaron un apartamento modesto en la Calle de los Jardines y contratan a 3 sirvientes, en resumen, no era lo que esperaban, y la posición de Mallo no los ayudó del todo (cuyo poder no era ni parecido al de Godoy), además que la guerra con Inglaterra frustraba el envío regular de fondos que requerían desesperadamente para mantener las apariencias de Bolívar y los Palacios. Todo ello detona en que Esteban se dispone a entregarle a Simón la mejor educación posible para que pudiera brillar en los círculos de la alta sociedad, apostando todo en dicha enmienda.
Contratan sastres y numerosos tutores en todas las áreas, que tarde o temprano iba a desgastar los frágiles recursos que poseían. Luego de unos meses Esteban tuvo la brillante decisión de hablar con un nativo de Caracas y amigo de la Familia, el «marqués de Ustáriz«, hombre de 65 años, miembro respetado del Consejo Supremo de la Guerra de España, en ese momento en el apogeo de su carrera, pero sin hijos. Por lo cual acepta la responsabilidad sin dudarlo, al ver un joven prometedor y coterráneo suyo. Era un hombre muy erudito, lector empedernido, de mente liberal, íntegro y por sobretodo amante de Venezuela. Congenia con Bolívar rápidamente, en cosa de días Simón de 16 años se muda a la mansión del marqués y comienza a estudiar bajo su tutela.
El cambio en Simón fue rotundo, cartas muestran que antes del marqués, era un joven con muy escaso conocimiento de la gramática, cosa que sorprendía para un joven mantuano de su edad, el marqués se dispone a rehacerlo como persona, contrata a los mejores tutores en literatura española, francesa e italiana, también en filosofía de la Ilustración e historia mundial. Simón rodeado de una gran librería, dispone gran energía en leer «clásicos», sobretodo obras del pensamiento europeo moderno. Aprende sobre música de la época y conocimientos de contabilidad. Pese a que suena con un enfoque muy intelectual, no se dejaría de lado su formación física, teniendo entrenamiento en esgrima que desarrolla con gran habilidad, adicional estudia danza, con gran habilidad en ello.
Gracias a Mallo, Simón tuvo la posibilidad de ver de cerca a la reina, sin inspirarle temor, pero reconocía una presencia poderosa en ella. En una ocasión Bolívar hace un viaje a palacio para visitar el hijo de 15 años de la reina, el príncipe Fernando, con quien jugaba bádminton.
Febrero de 1800, Esteban y Pedro Palacios deciden mudarse de su modesto departamento, escapando de Madrid. Primero porque se habían vuelto personas «sospechosas», considerar que era un periodo sensible, con gente de ideas revolucionarias en todos lados, y además el desenmascaro de Mallo, como un gigoló cualquiera (siendo ellos vistos como cercanos a él), perdiendo los favores de la reina de paso. Esteban sería arrestado, y Pedro lograría escapar. Para Simón con lo ocurrido, tomaría más importancia el marqués de Ustáriz, siendo su único pilar en España.
Surge en España, el amor para Simón, conoce a María Teresa Rodríguez del Toro en la casa del marqués, era de familia caraqueña, adinerada y prima de un amigo de la infancia (Fernando del Toro), era dos años mayor que él, pero de naturaleza inocente como un niño.
Le pide la venia a su padre don Bernardo Rodríguez del Toro, para poder contraer matrimonio. Un trato ventajoso por la influencia del mismo apellido Bolívar, y también porque Simón logró hacerse un lugar en la corte y gozar del favor del marqués. Solo a don Bernardo le preocupada la corta edad del joven, a modo de enfriar la situación se lleva a María Teresa, a su casa de verano en Bilbao. Pide ayuda al marqués para asegurar la mano de María Teresa y escribe una carta a su tío Pedro, contando sus intenciones.
El 20 de marzo de 1801, parte hacia Bilbao a reunirse con ella. En ese lugar comparten un tiempo, hasta que, en agosto de ese mismo año, don Bernardo con María Teresa parten de nuevo a Madrid, Bolívar se quedaría en Bilbao.
A principios de 1802 hace una visita a París, en cuanto a esto los motivos no son claros (teorías hay muchas), se cree que era por un plan para ayudar a escapar de prisión a su tío, o que escapa por persecución de la Corona, en específico de la reina, quien creía que era el estafeta de Mallo que llevaba cartas a otras mujeres de él, o también se teoriza que Godoy, quien retoma su cargo de primer ministro, odiaba a Mallo y sus amigos, por lo cual se ve obligado a escapar, pero lo más probable fue que solo hizo amigos franceses en Bilbao y que quería demostrar a su suegro que era un hombre de mundo. Volvería a Madrid con 18 años, el 29 de abril de 1802.
Al llegar a Madrid solicita una licencia de matrimonio, que la recibe el 5 de mayo. Compra boletos para el San Ildefonso, con su nueva novia ya convencida de una mejor vida en Caracas, con una gran herencia (una de las estipulaciones de su herencia era que debía residir en Venezuela). Se casa con María Teresa el 26 de mayo, en la iglesia parroquial de San José, Madrid. Salen 3 semanas más tarde desde el puerto de La Coruña, hacia Venezuela.
En Venezuela sería una vida común, un tanto impactante para la esposa de Bolívar, quien no acostumbraba de ver esta vida silvestre, pero con séquitos de esclavos y mujeres ricas dentro de la sociedad mantuana. Bolívar quería llevarla a alguna hacienda familiar, como la de San Mateo. Pero nunca pudo hacerlo, ella estaba muy débil como para viajar, ya que enferma gravemente de fiebre amarilla (enfermedad común en la época). Se desconoce dónde la adquiere, pero fue de progresión muy rápida, y 5 meses de llegada a Venezuela muere a raíz de ello.