Isabel Riquelme

Isabel Riquelme, y la falsa promesa del irlandés

Para iniciar debemos ubicarnos en la estancia de Pal Pal, cerca de Chillán, un pueblo que en el año 1777 tenía el nombre de San Bartolomé. El dueño y alcalde era Simón Riquelme de la Barrera, de familia numerosa y de historia prolífera en cuanto a lo económico

Remontándonos un poco al pasado, la estancia fue fundada en el siglo XVI, por Francisco Riquelme y su esposa Leonor, activa defensora del pueblo ante los frecuentes ataques mapuches. Un descendiente de esta pareja, fue Pablo Riquelme (tío de Simón), famoso por su alcoholismo y peleas callejeras. Debido a lo cual la justicia decide exiliarlo de Chillán, por lo que toma la estancia de Pal Pal como su hogar permanente.

A diferencia de Pablo, su sobrino Simón será un hombre tranquilo, en 1777 ya un hombre adulto de 43 años, con sus 10 hermanos dividen la estancia, correspondiéndole unas 500 hectáreas que dan a la ribera del estero Pal Pal. Se casa 2 veces, con su última esposa (Manuela Vargas) tienen un hijo, llamado Manuel, y de su primer matrimonio, con Marta Meza y Ulloa, tuvo dos hijas, Lucía e Isabel, Marta fallece al dar a luz a esta última.

Isabel Riquelme

Isabel Riquelme, que la historia (sin un asidero tangible), la cataloga como una mujer fogosa. Quizás en relación a que tuvo 3 hijos de padres distintos (y se casa solo una vez), pero también por su carácter frívolo, además de una juventud «agraciada» por su belleza y ojos de un azul profundo, que cautivaban.

Ambrosio llega a la hacienda de Pal Pal en diciembre de 1777, necesitaba un centro de operaciones en Chillán para hacer frente a Caullantu, el hijo de Lebián (lonco asesinado). No hay detalles de un romance entre Ambrosio de 56 años e Isabel de 18 años, o si fue quizás algo fugaz de una noche (con o sin consentimiento de Isabel) pero probablemente vio en este hombre poderoso una posibilidad de salir de su reducido mundo.

En cuanto a la aceptación de la familia Riquelme, a esta relación, primero está el claro poder que tenía Ambrosio, pero por otra parte la ilustración europea, si bien trajo ideas liberales a América, también trajo la idea del “blanqueo” de la raza. Entonces ciertas familias coloniales, de una casta un tanto superior, buscaban la sangre europea como sea, solo les interesaba para sus hijas hombres que pudieran mejorar la raza (ya mancillada, a su ver, por la raza mapuche). No hay conocimiento si Isabel tenía reparos en este emparejamiento, o si aceptaba como una buena muchacha de la época.

La historia dice que Ambrosio, promete matrimonio a Isabel. Pero no hay registro del matrimonio ni de que Simón se esforzara en efectuarlo. Si bien podría tomarse como un sacrilegio el permitirle tener sexo con Isabel, pero era un escalón que podría subir la familia ante la burocracia de la época, y poder salir de donde estaban, quizás hacia otros países.

Ambrosio no era un hombre de escritorio, así que deja la estancia de Pal Pal, y pone rumbo a la construcción del nuevo fuerte de Negrete y seguir sobornando loncos.

En cuanto a Isabel, es claro que bajo los estándares de “honorabilidad” de aquella época, el embarazarse fuera de matrimonio y de un hombre que no buscaba un compromiso ni mucho menos respetar su pacto (si es que lo hubo), la acercaba al nivel más de una prostituta que una dama propiamente tal. Dicho esto, Simón, su padre, decide mantenerla fuera del escrutinio público, y mantener su embarazo en silencio en la estancia. Estuvo por un tiempo la idea, de un matrimonio posterior al nacimiento del hijo, pero al ver que Ambrosio no respondía ninguna carta, ni daba señales de interés, se pactará un matrimonio con otro hombre. Por su parte, Isabel en completa desolación y abandono, será separada por 2 décadas de su recién nacido hijo.

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